mi garganta bebe silencio.
recupero una sonrisa
prohibiendo mi venta.
me laten las entrañas,
y la luz se escapa por
mi ombligo de pan,
sin dientes que lo
hagan migas.
mi epidermis es reversible
con olor a verano fisurado,
descubriendo las trapas
de caricias de lengua.
¿donde se esconde el truco
para no extrañar la debilidad?
tiendo una alfombra de terciopelo
para sudar mi desnudez en espiral,
y fluir sucia y deliciosa y fácil.
M.
comentario cursi que vas a odiar:
ResponderEliminarla debilidad, que no se esconda.
ese es un truco que solamente nos ahoga...
(perdon jajaa si, el premio a la berretada del mes, ok, pero lo siento de verdad!)
besos, querida M.
L, querida ;)
Este poema es magnífico.
ResponderEliminarVoy a leer más por tu blog.
Saludos.
Una epidermis reversible que suda su desnudez en espiral,y fluye sucia y deliciosa y fácil, es una piel que respira caida....(dolor y placer a veces es lo mismo)
ResponderEliminarmi beso
Me quedo en tu blog... con el placer predispuesto.
ResponderEliminarTeniendo la seguridad de que estaré entre la frescura y la espontaneidad más rutilante.
Cuando necesite el contacto con la dulzura y con los adjetivos mejor hilvanados... vendré a verte.
Tu forma de escribir me ha parecido maravillosa.
Gracias por permitirme conocerte.
Un saludo.