24:7.
muere el último rayo de sol
que colgaba de mi pelo,
en el instante que una
crisálida nace de mi boca,
para mancharse de noche.
mi cuerpo cruje en el silencio
con una viscosa sensualidad,
que salta en tu vientre usado
y olvidado de mis pies.
la lengua vacía de palabras,
y clavada al paladar,
saboreando el oxido y la sangre,
nunca tan pura nunca tan mía.
me permito un instante
de delicada fragilidad,
para romper tu nombre en mi espalda.
M.
Logras que cada poema se escuche, se huela, se saboree.
ResponderEliminarpermitirse instantes de fragilidad, para poder escribir cosas como esta... eMe...
ResponderEliminaruna lengua llena de silencios que dicen...
besos (Z3)
Estremecí en ese último rayo de sol.
ResponderEliminarEscribís muy hermoso. No hay dudas.
Saludos.
Bellísimo!!!
ResponderEliminarTe sigo y te enlazo.
Después me decis que no sos una gran poeta.
Y tenes razón: sos SUPERIOR, SOBERBIA *
Un beso o 2 #
permitirse un minuto para esparcir vocales por la arena.
ResponderEliminargracias por pasar.
me gusta lo que escribes.